Sobre Aquilenia
Aquilenia surgió en la Gran División, la diáspora matergeana, después del Conflicto de la Calamidad, donde miles de millones de vidas se perdieron cuando las máquinas cobraron consciencia y se liberaron de la servidumbre de los por entonces llamados «humanos».
Las guerras asolaron gran parte de las colonias matergeanas, y el Sector Solaris quedó devastado en su totalidad, imposible de revivir. Los planetas, convertidos en rocas ardientes por las brutales armas que se usaron; las colonias, cascotes, los asteroides poblados, escombros que pululan ahora fríos y yertos por el cosmos. Los «humanos» se extinguieron como tales: renunciaron a ese término y tomaron otras identidades mientras se recuperaban en Nomos Uno, la última colonia donde se había llevado todo lo salvable de Mater Gea.
Hubo enfrentamientos entre ellos, desde luego, tal es la naturaleza de los vitae. Y cada cual se llevó lo que consideraba su herencia y partieron en la Diáspora de las Estaciones, y se asentaron en otros lugares.
Muchos de ellos encontraron a los Gerionianos en diversos sistemas que exploraron mientras los aquilenios se asentaban en el primer sistema habitable, el llamado Sistema Cthonico, donde crearon Cthonia, la Primera Ciudad, y allí se inspiraron en la cultura antigua y se encomendaron al Aquila, con la Fundación Prima y la formación de la Civilización Aquilenia.
Durante cuatro meses matergeanos los más sabios y reputados de entre los nuevos Aquilenios se reunieron en la Primera Ciudad (el nombre exacto se desconoce; algunos la llaman Osetra, otros Juno), y acumulando todo el saber del que hicieron acopio en la diáspora, crearon las bases de la nueva civilización Aquilenia. A esto se le llamó El Nacimiento del Águila.
Los registros de hace tanto tiempo no están completos. Las tecnologías avanzan y dejan los registros obsoletos, las guerras y los desastres destruyen el conocimiento y éste vuelve a erigirse sobre cimientos asentados en cenizas. Pero el Aquila Corpus, el conjunto de sabiduría fundacional, siempre ha estado grabado en piedra en cada colonia, en cada ciudad, en los cimientos de cada Casa de los Pobladores. Y es ahí donde siempre residirá el espíritu de los Aquilenios, siempre arrastrando una piedra con el gérmen de su civilización a cada nuevo sector o sistema estelar conquistado y colonizado, dejando tras su paso civilizaciones muertas y sistemas silenciosos y oscuros, planetas yertos y abandonados que pocos se atreven a visitar y aun menos vuelven de allí.
Los últimos milenios.
Hace cinco mil años los Aquilenios abandonaron el sistema Cthonico y la Primera Ciudad. Las causas se desconocen, pero se habla de una Guerra en la Oscuridad o las Oleadas Gerionianas . Durante quinientos años los Aquilenios fueron un pueblo sin mundo, saltando de sistema en sistema hasta que encontraron el que más tarde sería conocido como el Sistema Aquilenio, donde se desarrollo la mayor parte de su historia contemporánea hasta la destrucción de sus mundos debido a catástrofes naturales.
Durante los primeros cientos de años establecieron las tres colonias: Aquila Magna, el primer planeta, sede del Senator Magnus; Aquila Prima y Aquila Secunda. Los tres planetas ricos y prósperos orbitaban en torno a un sistema circumbinario de Gigante Roja y enana marrón, Rockhiam y Nekae.
Como Rockhiam era lo suficientemente estable como para proporcionar vida, luz y calor sin ser totalmente destructiva los primeros años fueron provechosos; cuando mostró cierta inestabilidad por el comienzo de un ciclo más turbulento, se construyeron escudos deflectores en las ciudades y planetas que los protegerían de la radiación y las llamaradas casi en su totalidad.
Pero la tranquilidad no duró mucho para los Aquilenios: pronto empezaron las Guerras Gorgonitas. Los Gorgon eran una civilización gerioniana y transvitae, un enemigo poderoso que se encontraba de viaje y vieron en los prósperos planetas aquilenios la oportunidad de aprovisionarse tanto de esclavos como de materias primas para seguir su viaje.
Sus grandes naves negras llegaron y oscurecieron el sistema, y la guerra fue cruenda y larga, prolongándose casi cien años. Finalmente fueron vencidos gracias a la heroína aquilenia Belia Cupertina, de la tribu Metelanos, que encabezó una fuerza de combate en el mayor enfrentamiento sideral de la historia de los aquilenios hasta entonces.
Los Aquilenios ganaron y curaron sus planetas heridos. Aprovecharon toda la tecnología posible y cuando ya hubieron aprendido todo lo necesario, precipitaron las naves hacia Rockhiam, que las devoró rápidamente.
En consecuencia de esta asimilación de tecnología los Aquilenios se convirtieron en una civilización mucho más avanzada, con naves capaces de viajar de sistema a sistema en breves espacios de tiempo, y con armas capaces de superar a la mayoría de civilizaciones vecinas.
No lo hicieron así: los Aquilenios aprendieron de la historia relatada por sus ancianos, y se negaron a ampliar sus territorios situando tan solo sistemas comerciales basados en ciudades francas, algunas asentadas en planetas y otras en asteroides donde se estableció atmósfera y se usó como puerto neutral.
A esto siguió la más grave confrontación que casi acaba con los Aquilenios, pero que, gracias a sus héroes, consiguieron vencer, esta vez eliminando a toda una civilización hasta destruir sus planetas. Estas fueron las Confrontaciones del Tauro. Pero de ello hablaremos en otro momento.