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La secta del sol verde

Un relato del surgimiento de Olympus.

13 Años antes de la Peregrinatio.

Mi nombre es Tracia. Tracia Alana, de la tribu Tormentor. Soy una aquilenia venida a menos, una de los que, tras cometer errores y algunas imperdonables faltas como rechazar una orden directa de un superior (que implicaba la muerte de ciudadanos aquilenios durante la Purga de Aquila Secunda) se vieron obligados a tomar el dilema del messerian. Así es como se conoce al hecho de ser degradada y conservar el honor o ser licenciada con deshonor. Opté por el licenciamiento, puesto que la orden de Guerra aún no se había dado, y pese al deshonor y la rebaja pertinente, tras mis quince años de servicio aún conseguí una buena paga.

La paga la aposté entera en las Glorias, con la fortuna suficiente como para que me saliera bien y consiguiera triplicarla, lo que era una cantidad considerable para establecerme casi como nova patricia. Mi Tribu está poblada por grandes miembros como Héctor Ferox, o Serena Daliana, y hay muchos patricios y tres o cuatro ultrapatricios. Pero me conformé con el golpe de suerte y decidí, dada la hostilidad del momento y lo que estaba ocurriendo, sabiendo que podían reengancharme, enrolarme en las flotas expedicionarias hacia Olympus.

Aquí estoy, en Olympus Primaris, donde, sentada al lado de lo que debió ser la cabeza gigante de una estatua, escribo esto en mi tabula y dejo constancia de lo que hemos encontrado.

Llevamos cinco ciclos completos en la Colonia Aquila Aurea 56, que posee los motores de oxigenación que aclimatan la mayor parte del planeta. Olympus es compatible con la vida pero sigue siendo un poco ácida, demasiado sufurosa, y por ello mediante el uso de piramidiones oxigenantes equilibramos ese «ácido» de la atmósfera para hacerlo más fácilmente respirable. Los que llevamos más tiempo aquí podemos asimilar la atmósfera sin tanto problema pero llevamos respiradores igualmente por si tenemos alguna crisis que los nano-sanadores no puedan paliar.

Pertenezco al batallón 3 de reconocimiento que se encarga de realizar batidas en profundidad y cartografiar el terreno para el asentamiento de la Urbe Condita III, que ya se está construyendo, la mitad sobre tierra y la otra mitad sobre el océano, preparada para recibir a los que lleguen en la Peregrinatio I, II y V, entre ellos llegarán Ultrapatricios y también miembros del Senator.
Así que me he dedicado a reconocer bastantes estadios cuadrados de distancia, desde la costa donde se va a asentar UCIII hasta la cadena de volcanes, altos, oscuros, humeantes, y que ya están siendo purgados y apagados por los Geósofos que han estudiado todo el sistema de tectónica de placas. Me recuerda un poco a Aquila Secundus, cuando… bueno, cuando ocurrió Aquello.
El volcán más grande de todos parece que no se pude apagar normalmente y han creado largas brechas por las que derrama su magma y oscurece el cielo con sus altas nubes. Pero está casi neutralizado y prevén que en ocho ciclos podrán sellarlo y hacer aperturas programadas para aliviar la presión. Es fascinante cómo han conseguido, esos genios locos de las piedras y la lava, controlar una fuerza tan primordial. Además ahora están especialmente empeñados después de que todos sus esfuerzos para con Aquila Magna y Aquila Secunda, hasta Prima, fueran en vano, como si todo lo que supieran no sirviera para nada.

Desde esta vasta llanura fértil de hierba verde y extensiones inconmensurables y bellas veo las columnas anaranjadas elevarse y las nubes oscurecer el cielo, que contrastan con fuerza. Toda la llanura está plagada de restos. Superviso como veterana la actividad de arqueo-reconocimiento y protejo a los investigadores cuando no estoy haciendo mi trabajo de reconocimiento.

Así fue cómo descubrí los restos de la Secta del Sol Verde y sus guardianes aún funcionales y también es la historia de cómo unos cuantos locos establecieron que Olympus era seguro para Aquilenium… Pese a nuestra opinión.

Tracia Alana Tormentor, Ex-Garra. Messerian.
Cuerpo de Reconocimiento y Geaformación de Aquilenium.

Las Centurias Trágicas I

Historias de las siete centurias trágicas

Las centurias trágicas son periodos de tiempo de más o menos cien años matergeanos que, en muchos casos son simplificados como las Tragoedias, en las que grandes amenazas se cernieron sobre los Aquilenios en un Sidera abiertamente hostil.

La más breve de ellas fue la segunda, que duró 89 años MG y la más larga la séptima, que duró 125 años MG.

Solo se ha conocido una bicenturia, que ha permanecido oculta en los registros, y se produjo, según estimaciones, en el año 3.300 al 3.500 AC (Aquilenia Condita, desde la fundación Aquilenia).

Las Centurias Trágicas fueron periodos inestables de guerras recurrentes y continuas con menos de un año MaterGeano de interludio entre enfrentamientos, donde los protoaquilenios se enfrentaron a diversos enemigos, matergeanos o gerionianos en diversos sistemas.
Las guerras y combates de las Centurias Trágicas fueron intensas y dieron pie a la creación formal de la Garra, aunque se ha ocultado mucha información; se sabe que se valieron de todo recurso y capacidad que pudieron para preservar el germen de esa civilización incipiente. Pusieron en marcha diversas formas de combate, entre ellas la creación de grandes ejércitos hoy prohibidos: las Inteligencias Mecánicas, los primeros senevitae de inteligencia progresiva y adaptable con centros de apagado controlados.

Los enfrentamientos en las CT fueron en diversos sistemas, desde las cuatro primeras en el primer sistema que colonizaron durante más de mil años, en los que no toda la sociedad Aquilenia estuvo participando, permaneciendo en las grandes naos de estasis que los preservó.
Fueron los Héroes Antiguos los que defendieron ese sistema, los que trataron de hacerlos habitables por sus múltiples riquezas y que explotaron el sistema, al comprender que no sería totalmente habitable, hasta dejarlo en ruinas, pero alimentando así la gigantesca maquinaria peregrina.

Las Centurias Trágicas se prolongaron en muchos sistemas que habitaron los protoaquilenios después de abandonar Cthonia definitivamente, en el 3.102 después de MaterGea, donde visitaron:

  • Nicte, que resultó habitable solo 16 años hasta que los huracanes de ácido emergieron de su letargo.
  • Borealis, donde se produjo la única bicenturia trágica que quedó oscurecida en los anales y no se puede encontrar más información de ella, salvo que vayas a Borealis y busques entre los cascotes incinerados y el metal.
  • Tereucos.
  • Clatha, donde se produjeron la V y VI Centurias.
  • Ener y Ether, donde se realizaron varios de los avances de la sociedad futura Aquilenia y se prohibieron los senevitae autónomos.
  • Calímedes, lugar de la Centuria Trágica VII y donde, tras doscientos años, se estableció la base avanzada que daría pie a la llegada al sector Aquilenio.

En estas Centurias Trágicas los enfrentamientos, la guerra, el hambre y la destrucción presidieron el periplo Aquilenio (proto aquilenio, por entonces) y forjaron su ardiente aversión hacia todo lo no matergeano, hacia los gerionianios, todo ser vivo de base no-matergeana, tanto mecánico como orgánico. Se promulgó el Tenebris Acta Excomunicate Gerioniensis por el que salvo los Lictores Geriones, nadie más podía contactar con esas especies y razas.

No fue una razón xenófoba sin argumentos, sino que tuvo que ver con un exceso de confianza que fue reconvertida por fuerza de la experiencia (y de las peores experiencias) en una fuerte desconfianza, en una ira sorda por las muchas vidas perdidas, toda una nao Peregrinatio, que dio a lugar a esa rabia hacia lo externo.

Fueron esas Centurias Trágicas las que dieron comienzo a la aparición del Aeshma Mitraísmo en las primeras colonias guerreras asentadas, donde la prospección y combates en los fríos mundos ajenos dieron paso a la aparición de figuras míticas que se decía que ayudaron a los protoaquilenios en sus momentos de mayor necesidad y dificultad, en el yunque de la guerra en medio del Sidera.

La primera Centuria Trágica. 101 aMG. -3000AC.

La primera Centuria Trágica ocurrió durante la primera Oleada Gerioniana, cuando una raza hostil atacó, tras los primeros veinte años de asentamiento en Dauro, el primer planeta del sistema Cthonico.
Este sistema colonizado por los protoaquilenios prometía ser fuente de riquezas y capacidad de asentamiento, un lugar ideal donde desembarcar a todos los peregrinos del viejo sistema tras más de mil años de travesía, donde las propias naos desarrollaron sus subcivilizaciones y clanes bajo el emblema del Aquila. Si bien habían hecho el juramento aquellas cinco primeras tribus más las que se les fueron sumando, se les llama protoaquilenios, pues no fueron Aquilenios propiamente hasta que se consiguieron instalar concretamente en el sistema al que dieron ese nombre. Así, el sistema Cthónico fue una estación de paso durante quinientos años (se había conseguido alargar la vida de los vitae hasta los doscientos cincuenta años mediante terapias génicas que quedaron inscritas en sus Herencias Genómicas, si bien la duración de la vida media ha fluctuado a lo largo de los años).
Durante la primera Centuria Trágica, que acompañó a la pérdida de una de las Arcas (cuyo contenido pudo recuperarse parcialmente en el Sistema de Asteroides del Metal, en los confines del sistema) tuvo como protagonistas a una raza gerioniana cuyo nombre no se ha conservado en los archivos (excomunicate) pero sí sus características (hay que ser de alto nivel para acceder a ellas).

La raza gerioniana consideraba este sistema su protectorado, un entorno ideal para asentar sus nidadadas cada lapso de trescientos años, y si bien tenían capacidad para comunicarse mentalmente mediante porciones de imágenes significantes (el Directorio Comunicationis se ocupó de ello) no estaban dispuestos a ceder ningún espacio, estando en su derecho, como los protoaquilenios lo estaban de buscar un nuevo hogar.

Habiendo varias cosechas fundamentales en marcha y reabastecimiento para las Nao Peregrinatio que permanecían en lo más exterior del sistema, fuera de la vista, los protoaquilenios se defendieron con fiereza, evitando la masacre al utilizar la maquinaria agrícola con ciertas modificaciones para suponer un verdadero enemigo físico.

Colonia Dauro
Colonia Dauro. Recreación artística, 4602 AC.

Se aplicaron los protocolos defensivos y la hermandad de los peregrinos crearon el germen de la Garra, defendiendo el planeta con extrema efectividad frente a un enemigo que no entendía de estrategias ni de táctica sino que acudían con gran cantidad de fuerzas a un enfrentamiento que esperaban resolver por amplia mayoría numérica.
Los protoaquilenios se enfrentaron a ellos en todas las oleadas, recibiendo refuerzos continuos desde el Sidera por parte de las Naos y de contando con los primeros Senevitae de combate que fueron vitales para vencer.

Los combates se sucedieron en rangos de cinco y diez años en diversas oleadas, pues los gerionianos no variaban sus frecuencias. No fue hasta que la Legio Obscura, una unidad de élite que fue formada durante treinta años en una nao construida a tal efecto, se adentró en un sector oscuro, siguiendo a los gerionianos en retirada, con varias poderosas naves-bastión y aniquilaron a toda aquella raza a finales de la Centuria Trágica, anotando todo lo que observaron en aquel crisol de guerra, puesto que el sistema al que acudieron era una colonia de aquellos gerionianos. Bombardeando su estrella solaris pudieron aniquilar a toda aquella raza después de combatirlas en su propio terreno con los oscuros y olvidados medios que tenían en aquel momento y que se consideraron como necesarios para la supervivencia.

II a IV Centurias Trágicas

La II Centuria Trágica, ocurrida 30 años después de la primera, y se la llamó «la Centuria de las Guerras Gorgoneas». Fueron una serie de enfrentamientos acaecidos contra una civilización matergeana pero que se había mezclado con bases gerionianas. Se hacían llamar Gorgóneos y los comandaba una terrible comandante, una Renya Sidera de nombre Malaertes, que pasó a los anales de la historia protoaquilenia como la Madre de la Guerra.

recreación histórica de Andrómaca Licura
recreación histórica de Andrómaca Licura

Eran seres híbridos, de muchas formas distintas, y con un fuerte instinto depredador que les convertía en funestos cazadores y foenikiae, asaltando otras naos y civilizaciones en todo el segmento del brazo galáctico sin piedad.

Con los protoaquilenios se comportaron implacablemente, pero conservando una suerte de retorcido honor que ellos emplearon para su beneficio en la guerra. Fue la primera vez que se designó el cargo público de Impeartor Belli, y lo ostendó Andrómaca Licura, de la extinta casa Licura, Tribu Attaricos. Hay estatuas suyas en cualquier asentamiento de los Aquilenios y se la designa como faz protectora de Aeshma Mithra, invocándola cuando hay que defenderse de enemigos externos.

Esta Centuria Trágica, la segunda, duró 89 años hasta que, sin explicación, los gorgóneos se retiraron de nuevo al Ultra Sidera, después de haber atacado tres de los cinco planetas sin descanso durante casi nueve décadas con todo tipo de estrategias, en busca de tecnología que devorar para sus propios usos.

La Tercera Centuria trágica ocurrió una decena de años después, pero no englobó esta vez al sistema Cthonico sino que fueron una serie de largas y agotadoras campañas a lo largo de 105 años en las inmediaciones del sistema y que atacaron a los astilleros sidera donde se construían nuevas naos, dispuestas en órbita al sistema. Esta Centuria fue de las más extrañas puesto que el enemigo eran naves que pretendía destruir a las protoaquilenias sin ningún tipo de comunicación ni poderse estudiar. Eran oscuras y se confundían fácilmente con la oscuridad del propio Sidera. Se supuso que eran Gerionianas, y la Centuria acabó cuando una fuerza naval aquilenia pudo rastrear a un comando hasta dar con lo que parecía ser una base itinerante y destruirla desde dentro. Los archivos de esta Centuria Trágica están clasificados, pero después de ella hubo un fuerte salto tecnológico dentro de la civilización protoaquilenia, pudiendo desarrollar una tecnología que permitiera viajar por el Sidera a través de lo que se llamaron los Corredores, que permitía alcanzar largas distancias en diversos saltos, ampliando así la capacidad de viaje.

De la IV Centuria Trágica solo se reucerda su duración, 110 años, y que ocurrió casi en los últimos sesenta años de permanencia en el sistema Cthónico, mientras ya se buscaba otro lugar y varios saltos seguros a los que desplazarse.

Por entonces ya se había explotado los cinco planetas al máximo:

  • Dauro
  • Tilenion
  • Selman
  • Dómenes
  • Carnio, el sistema binario

Así como el cinturón de asteroides metálicos, de los que se extrajo todo lo utilizable. Fue en el último gran asteroide, un planeotide, prácticamente, donde apareció el último enemigo: los Crenan, una civilización de base de silicio que había permanecido en letargo en ese planetoide y que tenía la capacidad de proliferar gracias a su composición, que formaba nuevos individuos consumiendo material inerte y formando rápidamente una gran colonia que atacó de inmediato a los protoaquilenios.
Poco se sabe de ellos salvo el nombre de algunas batallas y la aparición del Igneo Draco, una criatura monstruosa y gigantesca que solo pudo ser aniquilada al precipitarla contra el orbe solaris.

Senevitae

Uno de los asuntos más peliagudos de los aquilenios es su política con respecto a los senevitae, llamados así para distinguirlos del ciudadano corriente: los «sinvida», se podría traducir en el idioma Clásico de los Descendientes.

Hay un antiguo mural en la Casa de los Pobladores, uno de los edificios públicos más antiguos de los aquilenios, donde se ve a un aquilenio fundador (los llamados Descendientes -de Matergea-), donde se da la mano en alto con un senevitam, donde muestra un paisaje de una ordenada ciudad, un horizonte con cinco soles (tantos sistemas como los aquilenios han poblado en su historia, contando el sistema circumbinario de Aquila Magna), y varios y distintos grabados en escrituras arcaicas, junto con la representación de Matergea en una esquina superior.

Pero este es mural que oculta capas de verdad a la opinión pública. Lo cierto es que, diez mil años atrás se produjo una gran guerra que separó a los Hijos de Matergea: los Conflictos de la Calamidad.

En el Archivo 8864 de la Antigua República, bajo capas y capas de seguridad, y trasladado a Olympus, se halla la verdad, se encuentran los relatos en viejos cristales de codificación, que relata lo sucedido en ese periodo de la historia.

CA

Y de la mano de los escribas de la tribu de Eldesham cuentan cómo MaterGea fue destruida durante el enfrentamiento contra la Consciencia, como se llamó o se hizo llamar el programa que se hizo consciente de sí misma y examinó la historia de los matergeanos. Y levantó hordas y hordas de servidores sin vida que acosaron y cazaron a los matergeanos. ¿Por qué? Nunca se desveló, o esa información no se transmitió. Treinta mil millones de vidas se perdieron a lo largo de toda la Expansión (nombre dado a todos los dominios colonizados por los matergeanos que, por entonces, respondían al nombre de Humanidad).

Ese archivo es prácticamente inalcanzable y está escrito en el antiguo dialecto matergeano que apenas nadie es capaz de entender, de entre los eruditos más dedicados de toda Aquilenia. Se traslada siempre en cada nueva fundación como parte de las Angulum Petrae, las Piedras de Fundación y se guarda una copia bajo los cimientos de cada Casa de los Pobladores, el lugar donde se refugian los colonizadores de cada nuevo asentamiento aquilenio y usan como base operativa hasta que se da la orden de población.

Esas guerras, ese Conflicto de la Calamidad fue lo que hizo que se prohibiera el desarrollo de consciencias artificiales autónomas, y, tras la Disgregación (los matergeanos no llegaron a un consenso de Nueva Civilización y se diseminaron), los protoAquilenios llevaron la prohibición consigo.

En Aquilenia
La Prohibición de la Consciencia es uno de los motivos por los que los senevitae no se ven apenas en los territorios aquilenios, al contrario que en zonas corporativas o en sectores de otras civilizaciones que han relajado su vigilancia.
Y al aquilenio medio se le inculca desde poca edad es actitud, desconfiando y revisando los senevitae que los rodean casi constantemente en busca de signos de autoconsciencia. Casi todos los senevitae aquilenios, desarrollados en sus territorios tienen dispositivos de apagado forzado y de autodestrucción que volatilizan sus centros de comportamiento y energía.

Los senevitae de otros lugares no son permitidos ni en la zona franca, y su presencia está proscrita.
La existencia (no vida) de los senevitae está coordinada a un centro de mando que los monitoriza pero que no los puede interconectar.

La existencia, igualmente, de las «vitae artificiales» está totalmente prohibida salvo por las excepciones reguladas por el Senator Magnus que designa una fuerte supervisión y la desactiva cuando ha cumplido su función.

Uso de los senevitae

Normalmente los senevitae se destinan a tareas pesadas, rutinarias y fuertemente supervisadas en su coordinación y funciones por un vitam o más de uno que puedan observar siempre con los llamados «ojos frescos» ajenos a cualquier tipo de manipulación.

La guerra con senevitae es extremadamente deshonrosa y aun así los aquilenios se enfrentan a ejércitos enteros de senevitae («metálicos», en la jerga militar) hasta que la situación es lo suficientemente desesperada o justifica el despliegue de la Legio Metallum, que posee algunos de los más poderosos senevitae del cosmos conocido y cuyo funcionamiento es secreto, su existencia a penas susurrada, sus despliegues, censurados, y no se permite a un civil conocer esa información salvo grandes excepciones o mandato expreso del Tricamerón.

senevitam de combate de la Antigua Era
senevitam de combate de la Antigua Era

Los senevitae rara vez serán expuestos al público por el rechazo cuasi instintivo que producen en los aquilenios, salvo los más abiertos de mente, y la transferencia de consciencia vitam a un dispositivo que la pueda albergar dentro de un senevitam está estrictamente prohibida sin excepción de ningún tipo, bajo pena máxima.

Las formas de sintevitae como ciboroides y «sintes» no son bien acogidos en Aquilenia, y se conocen muy pocas excepciones a esto, casi no existen el sinte al que se le haya dado la ciudadanía aqulineia. Y cuando así sucede, es celebrado por todos y reconocido como un héroe nacional. Solo el Senator Magnus puede otorgarlo, normalmente tras largas deliberaciones.

Los asistentes en las naos y transbordadores que por necesidades son de género sintoide o senevitae suelen estar confinados en estas estructuras o en las estaciones siderales donde solo ellos pueden dedicarse a ciertas labores altamente especializadas.

La Historia Aquilenia

Sobre Aquilenia

Aquilenia surgió en la Gran División, la diáspora matergeana, después del Conflicto de la Calamidad, donde miles de millones de vidas se perdieron cuando las máquinas cobraron consciencia y se liberaron de la servidumbre de los por entonces llamados «humanos».

Las guerras asolaron gran parte de las colonias matergeanas,  y el Sector Solaris quedó devastado en su totalidad, imposible de revivir. Los planetas, convertidos en rocas ardientes por las brutales armas que se usaron; las colonias, cascotes, los asteroides poblados, escombros que pululan ahora fríos y yertos por el cosmos. Los «humanos» se extinguieron como tales: renunciaron a ese término y tomaron otras identidades mientras se recuperaban en Nomos Uno, la última colonia donde se había llevado todo lo salvable de Mater Gea.

Hubo enfrentamientos entre ellos, desde luego, tal es la naturaleza de los vitae. Y cada cual se llevó lo que consideraba su herencia y partieron en la Diáspora de las Estaciones, y se asentaron en otros lugares.

Muchos de ellos encontraron a los Gerionianos en diversos sistemas que exploraron mientras los aquilenios se asentaban en el primer sistema habitable, el llamado Sistema Cthonico, donde crearon Cthonia, la Primera Ciudad, y allí se inspiraron en la cultura antigua y se encomendaron al Aquila, con la Fundación Prima y la formación de la Civilización Aquilenia.

Durante cuatro meses matergeanos los más sabios y reputados de entre los nuevos Aquilenios se reunieron en la Primera Ciudad (el nombre exacto se desconoce; algunos la llaman Osetra, otros Juno), y acumulando todo el saber del que hicieron acopio en la diáspora, crearon las bases de la nueva civilización Aquilenia. A esto se le llamó El Nacimiento del Águila.

Los registros de hace tanto tiempo no están completos. Las tecnologías avanzan y dejan los registros obsoletos, las guerras y los desastres destruyen el conocimiento y éste vuelve a erigirse sobre cimientos asentados en cenizas. Pero el Aquila Corpus, el conjunto de sabiduría fundacional, siempre ha estado grabado en piedra en cada colonia, en cada ciudad, en los cimientos de cada Casa de los Pobladores. Y es ahí donde siempre residirá el espíritu de los Aquilenios, siempre arrastrando una piedra con el gérmen de su civilización a cada nuevo sector o sistema estelar conquistado y colonizado, dejando tras su paso civilizaciones muertas y sistemas silenciosos y oscuros, planetas yertos y abandonados que pocos se atreven a visitar y aun menos vuelven de allí.

Estación Madre
La Estación Madre

Los últimos milenios.

Hace cinco mil años los Aquilenios abandonaron el sistema Cthonico y la Primera Ciudad. Las causas se desconocen, pero se habla de una Guerra en la Oscuridad o las Oleadas Gerionianas . Durante quinientos años los Aquilenios fueron un pueblo sin mundo, saltando de sistema en sistema hasta que encontraron el que más tarde sería conocido como el Sistema Aquilenio, donde se desarrollo la mayor parte de su historia contemporánea hasta la destrucción de sus mundos debido a catástrofes naturales.

Durante los primeros cientos de años establecieron las tres colonias: Aquila Magna, el primer planeta, sede del Senator Magnus; Aquila Prima y Aquila Secunda. Los tres planetas ricos y prósperos orbitaban en torno a un sistema circumbinario de Gigante Roja y enana marrón, Rockhiam y Nekae.

Como Rockhiam era lo suficientemente estable como para proporcionar vida, luz y calor sin ser totalmente destructiva los primeros años fueron provechosos; cuando mostró cierta inestabilidad por el comienzo de un ciclo más turbulento, se construyeron escudos deflectores en las ciudades y planetas que los protegerían de la radiación y las llamaradas casi en su totalidad.

Pero la tranquilidad no duró mucho para los Aquilenios: pronto empezaron las Guerras Gorgonitas. Los Gorgon eran una civilización gerioniana y transvitae, un enemigo poderoso que se encontraba de viaje y vieron en los prósperos planetas aquilenios la oportunidad de aprovisionarse tanto de esclavos como de materias primas para seguir su viaje.

Sus grandes naves negras llegaron y oscurecieron el sistema, y la guerra fue cruenda y larga, prolongándose casi cien años. Finalmente fueron vencidos gracias a la heroína aquilenia Belia Cupertina, de la tribu Metelanos, que encabezó una fuerza de combate en el mayor enfrentamiento sideral de la historia de los aquilenios hasta entonces.

Los Aquilenios ganaron y curaron sus planetas heridos. Aprovecharon toda la tecnología posible y cuando ya hubieron aprendido todo lo necesario, precipitaron las naves hacia Rockhiam, que las devoró rápidamente.
En consecuencia de esta asimilación de tecnología los Aquilenios se convirtieron en una civilización mucho más avanzada, con naves capaces de viajar de sistema a sistema en breves espacios de tiempo, y con armas capaces de superar a la mayoría de civilizaciones vecinas.

No lo hicieron así: los Aquilenios aprendieron de la historia relatada por sus ancianos, y se negaron a ampliar sus territorios situando tan solo sistemas comerciales basados en ciudades francas, algunas asentadas en planetas y otras en asteroides donde se estableció atmósfera y se usó como puerto neutral.

A esto siguió la más grave confrontación que casi acaba con los Aquilenios, pero que, gracias a sus héroes, consiguieron vencer, esta vez eliminando a toda una civilización hasta destruir sus planetas. Estas fueron las Confrontaciones del Tauro. Pero de ello hablaremos en otro momento.

megaestructura tauro
El anillo mega-estructura Tauro