Las Centurias Trágicas I

Historias de las siete centurias trágicas

Las centurias trágicas son periodos de tiempo de más o menos cien años matergeanos que, en muchos casos son simplificados como las Tragoedias, en las que grandes amenazas se cernieron sobre los Aquilenios en un Sidera abiertamente hostil.

La más breve de ellas fue la segunda, que duró 89 años MG y la más larga la séptima, que duró 125 años MG.

Solo se ha conocido una bicenturia, que ha permanecido oculta en los registros, y se produjo, según estimaciones, en el año 3.300 al 3.500 AC (Aquilenia Condita, desde la fundación Aquilenia).

Las Centurias Trágicas fueron periodos inestables de guerras recurrentes y continuas con menos de un año MaterGeano de interludio entre enfrentamientos, donde los protoaquilenios se enfrentaron a diversos enemigos, matergeanos o gerionianos en diversos sistemas.
Las guerras y combates de las Centurias Trágicas fueron intensas y dieron pie a la creación formal de la Garra, aunque se ha ocultado mucha información; se sabe que se valieron de todo recurso y capacidad que pudieron para preservar el germen de esa civilización incipiente. Pusieron en marcha diversas formas de combate, entre ellas la creación de grandes ejércitos hoy prohibidos: las Inteligencias Mecánicas, los primeros senevitae de inteligencia progresiva y adaptable con centros de apagado controlados.

Los enfrentamientos en las CT fueron en diversos sistemas, desde las cuatro primeras en el primer sistema que colonizaron durante más de mil años, en los que no toda la sociedad Aquilenia estuvo participando, permaneciendo en las grandes naos de estasis que los preservó.
Fueron los Héroes Antiguos los que defendieron ese sistema, los que trataron de hacerlos habitables por sus múltiples riquezas y que explotaron el sistema, al comprender que no sería totalmente habitable, hasta dejarlo en ruinas, pero alimentando así la gigantesca maquinaria peregrina.

Las Centurias Trágicas se prolongaron en muchos sistemas que habitaron los protoaquilenios después de abandonar Cthonia definitivamente, en el 3.102 después de MaterGea, donde visitaron:

  • Nicte, que resultó habitable solo 16 años hasta que los huracanes de ácido emergieron de su letargo.
  • Borealis, donde se produjo la única bicenturia trágica que quedó oscurecida en los anales y no se puede encontrar más información de ella, salvo que vayas a Borealis y busques entre los cascotes incinerados y el metal.
  • Tereucos.
  • Clatha, donde se produjeron la V y VI Centurias.
  • Ener y Ether, donde se realizaron varios de los avances de la sociedad futura Aquilenia y se prohibieron los senevitae autónomos.
  • Calímedes, lugar de la Centuria Trágica VII y donde, tras doscientos años, se estableció la base avanzada que daría pie a la llegada al sector Aquilenio.

En estas Centurias Trágicas los enfrentamientos, la guerra, el hambre y la destrucción presidieron el periplo Aquilenio (proto aquilenio, por entonces) y forjaron su ardiente aversión hacia todo lo no matergeano, hacia los gerionianios, todo ser vivo de base no-matergeana, tanto mecánico como orgánico. Se promulgó el Tenebris Acta Excomunicate Gerioniensis por el que salvo los Lictores Geriones, nadie más podía contactar con esas especies y razas.

No fue una razón xenófoba sin argumentos, sino que tuvo que ver con un exceso de confianza que fue reconvertida por fuerza de la experiencia (y de las peores experiencias) en una fuerte desconfianza, en una ira sorda por las muchas vidas perdidas, toda una nao Peregrinatio, que dio a lugar a esa rabia hacia lo externo.

Fueron esas Centurias Trágicas las que dieron comienzo a la aparición del Aeshma Mitraísmo en las primeras colonias guerreras asentadas, donde la prospección y combates en los fríos mundos ajenos dieron paso a la aparición de figuras míticas que se decía que ayudaron a los protoaquilenios en sus momentos de mayor necesidad y dificultad, en el yunque de la guerra en medio del Sidera.

La primera Centuria Trágica. 101 aMG. -3000AC.

La primera Centuria Trágica ocurrió durante la primera Oleada Gerioniana, cuando una raza hostil atacó, tras los primeros veinte años de asentamiento en Dauro, el primer planeta del sistema Cthonico.
Este sistema colonizado por los protoaquilenios prometía ser fuente de riquezas y capacidad de asentamiento, un lugar ideal donde desembarcar a todos los peregrinos del viejo sistema tras más de mil años de travesía, donde las propias naos desarrollaron sus subcivilizaciones y clanes bajo el emblema del Aquila. Si bien habían hecho el juramento aquellas cinco primeras tribus más las que se les fueron sumando, se les llama protoaquilenios, pues no fueron Aquilenios propiamente hasta que se consiguieron instalar concretamente en el sistema al que dieron ese nombre. Así, el sistema Cthónico fue una estación de paso durante quinientos años (se había conseguido alargar la vida de los vitae hasta los doscientos cincuenta años mediante terapias génicas que quedaron inscritas en sus Herencias Genómicas, si bien la duración de la vida media ha fluctuado a lo largo de los años).
Durante la primera Centuria Trágica, que acompañó a la pérdida de una de las Arcas (cuyo contenido pudo recuperarse parcialmente en el Sistema de Asteroides del Metal, en los confines del sistema) tuvo como protagonistas a una raza gerioniana cuyo nombre no se ha conservado en los archivos (excomunicate) pero sí sus características (hay que ser de alto nivel para acceder a ellas).

La raza gerioniana consideraba este sistema su protectorado, un entorno ideal para asentar sus nidadadas cada lapso de trescientos años, y si bien tenían capacidad para comunicarse mentalmente mediante porciones de imágenes significantes (el Directorio Comunicationis se ocupó de ello) no estaban dispuestos a ceder ningún espacio, estando en su derecho, como los protoaquilenios lo estaban de buscar un nuevo hogar.

Habiendo varias cosechas fundamentales en marcha y reabastecimiento para las Nao Peregrinatio que permanecían en lo más exterior del sistema, fuera de la vista, los protoaquilenios se defendieron con fiereza, evitando la masacre al utilizar la maquinaria agrícola con ciertas modificaciones para suponer un verdadero enemigo físico.

Colonia Dauro
Colonia Dauro. Recreación artística, 4602 AC.

Se aplicaron los protocolos defensivos y la hermandad de los peregrinos crearon el germen de la Garra, defendiendo el planeta con extrema efectividad frente a un enemigo que no entendía de estrategias ni de táctica sino que acudían con gran cantidad de fuerzas a un enfrentamiento que esperaban resolver por amplia mayoría numérica.
Los protoaquilenios se enfrentaron a ellos en todas las oleadas, recibiendo refuerzos continuos desde el Sidera por parte de las Naos y de contando con los primeros Senevitae de combate que fueron vitales para vencer.

Los combates se sucedieron en rangos de cinco y diez años en diversas oleadas, pues los gerionianos no variaban sus frecuencias. No fue hasta que la Legio Obscura, una unidad de élite que fue formada durante treinta años en una nao construida a tal efecto, se adentró en un sector oscuro, siguiendo a los gerionianos en retirada, con varias poderosas naves-bastión y aniquilaron a toda aquella raza a finales de la Centuria Trágica, anotando todo lo que observaron en aquel crisol de guerra, puesto que el sistema al que acudieron era una colonia de aquellos gerionianos. Bombardeando su estrella solaris pudieron aniquilar a toda aquella raza después de combatirlas en su propio terreno con los oscuros y olvidados medios que tenían en aquel momento y que se consideraron como necesarios para la supervivencia.

II a IV Centurias Trágicas

La II Centuria Trágica, ocurrida 30 años después de la primera, y se la llamó «la Centuria de las Guerras Gorgoneas». Fueron una serie de enfrentamientos acaecidos contra una civilización matergeana pero que se había mezclado con bases gerionianas. Se hacían llamar Gorgóneos y los comandaba una terrible comandante, una Renya Sidera de nombre Malaertes, que pasó a los anales de la historia protoaquilenia como la Madre de la Guerra.

recreación histórica de Andrómaca Licura
recreación histórica de Andrómaca Licura

Eran seres híbridos, de muchas formas distintas, y con un fuerte instinto depredador que les convertía en funestos cazadores y foenikiae, asaltando otras naos y civilizaciones en todo el segmento del brazo galáctico sin piedad.

Con los protoaquilenios se comportaron implacablemente, pero conservando una suerte de retorcido honor que ellos emplearon para su beneficio en la guerra. Fue la primera vez que se designó el cargo público de Impeartor Belli, y lo ostendó Andrómaca Licura, de la extinta casa Licura, Tribu Attaricos. Hay estatuas suyas en cualquier asentamiento de los Aquilenios y se la designa como faz protectora de Aeshma Mithra, invocándola cuando hay que defenderse de enemigos externos.

Esta Centuria Trágica, la segunda, duró 89 años hasta que, sin explicación, los gorgóneos se retiraron de nuevo al Ultra Sidera, después de haber atacado tres de los cinco planetas sin descanso durante casi nueve décadas con todo tipo de estrategias, en busca de tecnología que devorar para sus propios usos.

La Tercera Centuria trágica ocurrió una decena de años después, pero no englobó esta vez al sistema Cthonico sino que fueron una serie de largas y agotadoras campañas a lo largo de 105 años en las inmediaciones del sistema y que atacaron a los astilleros sidera donde se construían nuevas naos, dispuestas en órbita al sistema. Esta Centuria fue de las más extrañas puesto que el enemigo eran naves que pretendía destruir a las protoaquilenias sin ningún tipo de comunicación ni poderse estudiar. Eran oscuras y se confundían fácilmente con la oscuridad del propio Sidera. Se supuso que eran Gerionianas, y la Centuria acabó cuando una fuerza naval aquilenia pudo rastrear a un comando hasta dar con lo que parecía ser una base itinerante y destruirla desde dentro. Los archivos de esta Centuria Trágica están clasificados, pero después de ella hubo un fuerte salto tecnológico dentro de la civilización protoaquilenia, pudiendo desarrollar una tecnología que permitiera viajar por el Sidera a través de lo que se llamaron los Corredores, que permitía alcanzar largas distancias en diversos saltos, ampliando así la capacidad de viaje.

De la IV Centuria Trágica solo se reucerda su duración, 110 años, y que ocurrió casi en los últimos sesenta años de permanencia en el sistema Cthónico, mientras ya se buscaba otro lugar y varios saltos seguros a los que desplazarse.

Por entonces ya se había explotado los cinco planetas al máximo:

  • Dauro
  • Tilenion
  • Selman
  • Dómenes
  • Carnio, el sistema binario

Así como el cinturón de asteroides metálicos, de los que se extrajo todo lo utilizable. Fue en el último gran asteroide, un planeotide, prácticamente, donde apareció el último enemigo: los Crenan, una civilización de base de silicio que había permanecido en letargo en ese planetoide y que tenía la capacidad de proliferar gracias a su composición, que formaba nuevos individuos consumiendo material inerte y formando rápidamente una gran colonia que atacó de inmediato a los protoaquilenios.
Poco se sabe de ellos salvo el nombre de algunas batallas y la aparición del Igneo Draco, una criatura monstruosa y gigantesca que solo pudo ser aniquilada al precipitarla contra el orbe solaris.

Relatos Novosectores: fantasma en la plataforma

Lysandro Lycaon es un supervisor de las instalaciones Térmica 2 y Térmica 3, donde se procesan los cristales de gas gema que después se estabilizan para poder mandar en contenedores al resto del Sector.
Es un hombre grande y corpulento, con enormes brazos y aún mayor determinación. Si lo viérais venir por una calle llena de los vapores tóxicos de los arrabales secundinos seguro que os cambiaríais no ya de acera sino también de ciudad. Su brazo derecho chasquea de vez en cuando. Su sintepiel está guardada en el crionizador, en su taquilla, no se la pone para trabajar. Hace unos días detuvo el golpe de una cuba de gas helado y la sostuvo mientras los trabajadores corrían a los puestos de protección, pequeñas barreras de ferromortero que minimiza los daños en caso de explosión. Desde que sostuvo la cuba y algo de gas gema le cayó en el brazo alguno de los pistones no funcionan bien y se atascan un poco. Piensa en ir a un reparador autorizado de la Garra cuando acabe su turno de 150 horas estándar.

Lysandros Lycaon vive en Sigelios, una bonita ciudad porta sidera de Aquila Secunda, con su hija Lymaca y su segunda consorte Lydmilla. Ella es una gran compañera, si bien reconoce que el amor de su vida fue Lydelia, madre de Lymaca y hermana de Lydmilla. Su tribu, los Femones, tienen extrañas costumbres para los Aquilenios, siendo una de las últimas tribus que firmaron el Concordato del Aquila y que tenían una pequeña civilizacion en el sector anterior a la llegada a Aquilenium.

Esa noche (bueno, noche en términos planetarios, en el cilindro 8 no hay día ni noche, solo turnos de trabajo) está supervisando la carga de los últimos contenedores de la plataforma Tertia, donde los enormes cargueros que son prácticamente ciudades volantes, lo llevarán hasta los astilleros de la órbita lejana para su redistribución. Todo discurre con tranquilidad. Abre el voxcom para ladrar unas cuántas órdenes a los operarios de la barquilla 4 que están flojeando y descuidando su coordinación, haciendo que los anclajes gravitacionales se aflojen un poco y el contenedor colee. Lo corrigen de inmediato.

«Habrá sido el idiota de Gaecio» piensa Lysandro. Siempre es Gaecio. Desde que murió su marido no deja de llorar y le dan fuertes bajones emocionales. Trabajar en las barquillas no es para débiles. Ya había recomendado su baja y traslado a un espacio más tranquilo de trabajo del que no dependiera la integridad de la carga, pero los de Arriba no quisieron escuchar, siempre atentos a los porcentajes y las primas por trabajador y Gaecio, el muy terco se limitó a negar con la cabeza cuando el supervisor de la plataforma y jefe directo de Lysandro le preguntó por el cambio de puesto. Casi le descorcha la cabeza allí mismo. Entendía lo del dinero, y que tenía que pagar la schola de las gemelas. Máxime cuando la Garra aún no había determinado si darle la pensión de viudedad al no aparecer el cadáver de su marido.

Chasquea la lengua y se pasa la enorme mano orgánica por la calva, surcada por una fea cicatriz que va desde la mejilla derecha hasta la coronilla, irregular, un recuerdo de los proto-ciclonter de haces densos de los Táureos del Anillo Symarítico. Su pasado de legionario de la Legio VIII Loricata, la división pesada de la Garra configura quién es en el Ahora. La sombra del Áquila toca a todos los Aquilenios, se suele decir. Pero gracias a ella y a su retiro como veterano invicto (no perdió ninguna batalla y eso la Garra lo tiene en cuenta, aunque los méritos mayores se los lleven los generales; así se cohesiona las legiones para que no cejen en las peores situaciones y sus primas de retiro se vean incrementadas), pudo optar a un buen puesto de trabajo. Tiene una hora libre por cada hora trabajada en grupos estándar de diez horas. Así que trabaja turnos de 150 horas (las horas de sueño, necesidades biológicas y descanso obligatorio no computan) y recibe a cambio 150 horas libres al final del turno. Alguien como Gaecio solo tiene media hora por hora, y así bajando el escalafón donde los servus, aquellos condenados a trabajos forzosos tienen condenas por horas para ganar su libertad, además de tener que cumplir mínimos draconianos para no ser ejecutados. Cosa que no siempre se logra en las minas.

El carguero contacta con Lysandro y cierran la operación de embarque mientras Núcleo Central lo autoriza a salir. Conoce al piloto de ese carguero, un buen hombre y veterano de la Legio XII Oriónica, descendiente de un largo linaje de Navegantes, tanto para la Garra como por Patente propia y al servicio de la propia Garra o de las ciudades libres. Contacta por visioncom y sellan las cargas con los métodos habituales: tienen una copia cada uno de ellos del completo de la carga en un cristal de datos que ambos introducen en un lacrado de plexidatos que también reflejan el manifiesto. Esta película de datos condensados es legible por cualquier aparato estándar con la codificación adecuada (en este caso la Nova-Com-6 con cifrado estándar Aq-3) y un permiso de nivel medio. Si hubiera problemas o dudas sobre la carga siempre se puede romper el sobre de plexidatos y acceder a los cristales de datos que son inviolables una vez escritos y ahí se contrasta. La pena por alteración del manifiesto es muy grave y el Gremiale de Navegantes así como el Consorcio del Gas y los sindicatos Novosectores se lo toman como una pena capital.

Sobres cerrados y plexidatos contrastados Lysandro se despide de Filaes, que se coloca el casco de navegante para empezar la maniobra de salida.
El próximo carguero llegará en quince horas estándar y el muelle y la plataforma tienen que estar listos. Las barquillas repasadas y la carga (Lysandro mira la hoja de pedido) debe de estar lista para su embarque, con los arrastradores listos y en posición. Le queda poco tiempo, así que decide bajar hasta la plataforma.

Su torre de control tiene un acceso directo, así que se pone el traje de aislamiento (los muelles no tienen gravedad ni atmósfera, sería un desperdicio), y comprueba las botas magnéticas, los ganchos de seguridad y los lanzaganchos de gas comprimido. Además sus botas y su espaldar disponen de propulsores por si se viera arrojado al vacío, y el oxígeno está en niveles óptimos. Toda la plataforma está surcada de espacios de recarga de oxígeno y estaciones atmosféricas con baja gravedad para descanso, así que es fácil ir de un lugar a otro y hablar con los trabajadores. Tiene que encontrar a Gaecio, ahora que ha abandonado la barquilla para supervisarlo.

Su deslizador, pequeño y con la pintura amarilla apenas visible por los cristales de hielo que se le forman cruje cuando abre la poterna de acceso. Se desliza dentro, y activa el propulsor de gas. La extensión de la plataforma es de varias leguas militares, llamadas «clics» y Lysandro introduce la ruta hasta la estación de las barquillas, casi al borde de la plataforma. Desconecta el sello inercial y es propulsado por el tubo a gran velocidad hasta su destino, al que llega unos segundos después.

Conduce el deslizador, ya fuera del tubo de conexión por la amplia zona, esquivando trabajadores, cargas y contenedores diversos, dos gruesos tanques de oxígeno y el generador principal que alimenta la Estación 2 donde entre carga y carga descansan los operarios y se reparten los turnos por parte de los capataces, como si fueran sargentos de la Garra y con la misma autoridad en su versión civil.

Se detiene un espacio inercial y lo sella para dejar el vehículo fijo, y que no se pierda en el espacio. Una gran chimenea suelta una gran cantidad de gas de combusión, cerca de la Estación 2, y el fulgor anaranjado muere en la boca del escape, sin llegar a asomar al vacío. El gas se pierde perezosamente en el espacio. Sobre él, Lysandro no puede ver las estrellas, hay demasiada luz en la explanada, pero sí el gran anillo de contención y cohesión que rodea el asteroide y lo fija para su explotación, una colosal obra monstruosa que circunda la gran roca y que en su momento detuvo su movimiento rotacional y de traslación y lo fijó al Cilindro Nycto, uno de los ocho grandes cilindros del Novo Sector.

estacion novosectora

La cantina está saturada de trabajadores, del fuerte olor de los vitae, el oxígeno reciclado y el feroke, después de la marcha del carguero. En un gran cronocontador en la pared establece el tiempo restante hasta la llegada del nuevo carguero, para que todos estén avisados de lo que les resta de descanso y preparación.

Lysandro mira en derredor. Las conversaciones no se detienen al ver al enorme secundino pero si descienden su volumen y muchos inclinan la cabeza en signo de respeto. Otros se llevan el puño cerrado al pecho, abriendo después la mano con los dedos juntos: el saludo de los veteranos.
El ex legionario se sienta en uno de los soportes que salen de la barra y sin preguntar, Telamon le sirve rakish secundino con kerah, una fruta seca que duplica la tasa de alcohol de la bebida si se deja el tiempo suficiente.
Gaecio lo ve, se levanta de la mesa donde se sentaba, huraño, tomando un feroke humeante y espeso y saluda al Jefe de Control. No deja el afligido Gaecio, de rostro pálido  y con la sombra del pesar en lo que antes era un duro y decidido gesto de tocar el amuleto de Letus, que es la miniatura de la máscara mortuoria de Dymión, su difunto marido.

—Micer Lycaon yo…

Lysando lo mira. Pide una copa para Gaecio.

—Operador Gaecio, siéntate. No espero que estés al cien por cien, pero te di la oportunidad de asumir otro turno en otra parte de la plataforma. Incluso un cambio de plataforma para estr más cerca del cilindro y de las niñas…

—Yo… yo creí que…

Sirenas. El denso aire reciclado de la cantina se rasga con su sonido chillón y penetrante. Algo oculto, un viejo recuerdo de sangre y dolor cruza el pecho y azota los nervios del implante de Lysandro cuando esas mismas sirenas le recuerdan los sonidos de la batalla y las terribles amenazas sónicas de los Táureos y sus máquinas de combate semi autónomas. Todos se aprestan a colocarse los cascos y a salir al exterior. El voxcom de Lysandro cruje. Estática. La subrutina de identificación no funciona y crepita. El ex legionario decide acudir a la terminal de su avambrazo. El grueso brazal que lleva en el antebrazo derecho se enciende y despliega una pantalla. Desde ahí identifica la alarma y ve una nave atracada en el muelle. Para estar detenida debe de haber forzado los sellos inerciales, pues sin su permiso no puede atracar nadie en la plataforma.
Es una estación sin defensas, pero Lysandro, que conoce la amenaza de los foenikiam sidera se ha procurado algunas sorpresas en el muelle para neutralizar a posibles invasores en busca de gas gema puro.

nave atracada

Lysandro abre un canal secundario que le conecta con Gronius, su segundo al mando en la torre que se ha quedado allí de guardia.

—¡Gronius! ¿Tienes su identificador? ¿Hay comunicación?

—Negativo. Han atracado y forzado los cierres. Pueden ser foenikiam.  ¿Órdenes?

—Suelta a los zánganos y prográmales una formación defensiva.

Los senevitae de la plataforma reaccionan de inmediato y forman un cordón alrededor de la única entrada que permite acceder al puerto de desembarque y carga. Son ingenios sin piernas, con orugas magnéticas y garfios, así como una gran capacidad de fuerza para arrastrar grandes pesos. Su blindaje es excepcional y pueden aguantar explosiones frontales con metralla de roca. No tienen nada que pueda llamarse «cabeza», sino que son un torso compacto con entre cuatro y ocho brazos, y algunos de ellos poseen drones de reconocimiento que manejan en enjambres. De inmediato forman una fuerte línea en la salida del puerto de carga y establecen bandas de pulso de luz que pueden desintegrar roca como un haz de ciclónter de pulso, y que usan normalmente para bloquear galería con salida al Sidera o durante los derrumbes, desintegrando material.
Lysandro, que ya sabe lo que pueden llegar a hacer los foenikiam había encargado a un experto en comportamiento artificial que le sacara varios patrones de comportamiento de enjambre, defensa y formación para proteger por sus propios medios la plataforma.

—¡Gaecio! Si quieres volver a ver a tus hijas coge un deslizador y vete a la Torre Prima. Espera mi señal. Canal dos, clave aquila-ocho-dos para conectar. Si conecto, te diga lo que te diga, ignóralo y avisa a la Torre de que estamos bajo ataque en nuestra plataforma. Dales mi código y abre un canal público puenteando el mío para que vean las cámaras. Todos serán testigos de lo que pase.

Gaecio reacciona sin pensar. Coge el pase de seguridad que Lysandro le tiende, autorizándolo para lo que le ha ordenado y se lanza a la carrera hacia su deslizador.

Lysandro se coloca el casco y con su propio deslizador llega en apenas unos instantes hasta la entrada de la plataforma, justo a tiempo para ver cómo una plataforma se abre en la nave. Ahora la reconoce. Es un transporte de tropas, aunque intenten disimularlo. Una parte del fuselaje ha estallado y parece haber pérdidas de aire a juzgar por las nubes blancas que salen de algunas brechas. Una pasarela se abre, automáticamente. Pero no sale nadie. La nave parece estar muerta. Es una nave fantasma. Entonces, ¿quién ha forzado los cierres para atracarla en la plataforma?

Solo después de hacerse esas preguntas puede ver la matrícula y testimonio que aparece en un costado, quemado por lo que parecen disparos. Reconoce los números y el signum.

Pues Lysandro no es un simple ex legionario. Es un contacto necesario para los equipos de inteligencia de la Garra. Y sabe que esa es la nao de Tessera Kilontes, una agente de la inteligencia y reconocimiento de la Garra. Y algo terrible ha pasado.

 

Religión Aquilenia 04: Los Cremones

Los Cremones son un culto poco extendido entre los Aquilenios pero que poco a poco gana adeptos. No contradice a los demás cultos, pero sí que los plantea como derivaciones o los reinterpretan para intentar aglutinarlos dentro de sus creencias. Sin embargo es un culto respetado dado que la mayoría de los Cremones trabajan gremialmente en las Casas de Muerte, donde realizan las exequias, tanto acorde a los ritos que les determinen, apoyando a los sacerdotes y a los familiares, pero siempre dando un final igualmente apto según sus creencias, lo cual no implica ninguna modificación del cadáver.

Pre-Olympus

Antes de la Operación Peregrinatio hacia el nuevo sector Olympus los Cremones centraron su culto durante dos mil años (lo que lo hace relativamente nuevo) en Rockiam, el Sol Rojo, Padre de Vida y el Que Acoje en Su Seno Ígneo.

rockiam invicta
rockiam invicta

Siendo casi deístas, creen que la sustancia ígnea de Rockiam es germen de vida. Saben que las estrellas son muchas y que hay muchos más soles, pero en este caso toman a Rockiam como el Dado de Vida, el que acogió a los Aquilenios y les dio un nuevo hogar después de la anterior Peregrinación y la llamada Larga Noche. Sus creencias estipulan que durante ese tiempo Rockiam no habia alcanzado la madurez suficiente como para procurar un hogar digno a los Aquilenios y que, cuando llegaron al sistema Aquilenio, los puso a prueba con sus llamaradas y su radiación, estimulándolos, haciéndoles más duros y fuertes para mejorar como especie superviviente. Así, por influencia de Rockiam, aparecieron los generadores escudo, los deflectores y la minería de alta presión en asteroides.

Consideran a Rockiam como un ser cuasi vivo, y existe un monasterio que orbita la estrella en una cercanía casi suicida. Todos los que viven en él son ciegos, ya que uno de los dogmas es sacrificar la vista mirando fijamente la estrella hasta que se les queman las retinas. Solo así se siente todo el poder de la Estrella. El monasterio está fuera de la zona habitable y es una estructura blindada con altas torres de un mineral capaz de soportar y deflectar por si mismo el poder de la radiación estelar, en su mayor parte.
Curiosamente grandes inventos de los Aquilenios han surgido de los Igenieros ígneos que viven en las profundidades de dicha fortaleza  y que es considerada como una de las Universidades más prolíficas de toda la civilización Aquilenia. Dichos ingenieros son los únicos que no están ciegos y cuyo compromiso es mejorar la vida de los Aquilenios.

sol rojo
Olympus

Los Cremones son los responsables, en los planetas, de las cremaciones de los Aquilenios, que, rara vez, entierran a sus muertos, puesto que, salvando su genoma, consideran que toda vida orgánica tiene su fin y siendo cremados dejan espacio para otras almas o, incluso, para las mismas, en nuevos cuerpos de carne (ya se ha remarcado su aborrecimiento hacia los transvitam).

Por lo tanto, dentro de los planetas y sectores Aquilenios, los Cremones son vistos como unos sacerdotes de la Muerte, capaces de brindar consuelo en la etapa de duelo, y que se ocupan de la tan necesaria cremación de la forma más discreta y eficaz.
Ellos no abominan de los implantes y aumentos sintéticos, si bien los que atienden a los familiares de los difuntos nunca están aumentados, consideran que la tecnología de aumentos necesaria es una eficaz muleta (nunca una evolución puesto que no es orgánico), y gran parte de los aumentos y maquinarias provienen de sus inventos.

Post-Olympus

Tras la operación Peregrinatio los Cremones mayores quedaron en la Fortaleza Roja, orbitando Rockiam, y allí morirán. El último de ellos pulsará el mecanismo que propulsará la fortaleza hasta la estrella, si ésta no los reclama antes, para incorporarlos a su corazón magmático.

Pero con el traslado de la civilización aquilenia al sector Olympus, los Cremones vieron un doble motivo de regocijo. Por un lado proclamaron a Rockiam como Rockiam Invicto, puesto que lo que él dio, el lo arrebató y se espera que en poco tiempo (estelarmente hablando) el sector aquilenio al completo será inhabitable por la radiación, aparte de por la destrucción de los planetas; sobre todo cuando la estrella aumente varias veces su tamaño y lo engulla todo.

Con esto, Rockiam Invicto es uno de los grandes parangones de la muestra de la evolución para los Cremones pero también necesitaban un nuevo centro de su culto. Y este fue Rea.

Rea es la estrella amarilla que da calor y sustento al fecundo sector Olympus, y la consideran (en femenino) como la sucesora lógica de Rockiam, con una cara amarilla, amable, firme y exigente, como su antecesor, pero igualmente noble y poderosa.

De nuevo casi deístas en torno a Rea, la consideran la nueva salvadora de los Aquilenios.

El culto a Nakae

El culto a Nakae es un culto oscuro que en un principio era complementario y surgió en la órbita de Rockiam.
Deificaron la figura de Nakae, la luna de Aquila Magna que fue destruida cuando el planeta estalló y sus pedazos fueron atraídos inexorablmente hacia Rockiam.

nakae

En un principio era un culto secreto que poco a poco ganó fuerza. Establecieron una Fortaleza de la Separación en la propia luna, donde se refugiaban y se dedicaban a la contemplación de la vida, de la Muerte, y realizaban rituales de los que no nos han llegado más que retazos y elucubraciones.

El culto de Nekae se ocupaba de los que trasponían la vida, compilando vidas y haciendo registros, custodiando genomas y también dejándose ver en los eclipses durante sus llamados «Pasos de Muerte», en los que figuras encapuchadas en negro descalzas y con los rostros velados y campanas pendiendo de los hábitos, caminaban por todos los planetas buscando almas errantes, y también llevando noticias de lares y ancestros a familias afligidas.

No se conoce demasiado bien la agenda de los Nekaenitas, pero sí que ayudan en muchas ocasiones a los Rockiamos y los complementan. Destacan, dado que los seguidores de Rockiam visten de rojo hierro y negro y los Nekaenitas de negro intenso con una sola franja blanca que representa al satélite.

Tras la Peregrinatio se establecieron en Keini, la luna del planeta principal del sector Olympus.

Las nekainitas (hay mayoría de presencia femenina en esta orden) son grandes participantes en fiestas y rituales de cosecha y vida, y son magníficas organizadoras de bacanales sagradas por acontecimientos como la Cosecha Nueva y los Días del Grano en los que celebrar la Vida y la Abundancia, igual que llevan consuelo a los afligidos y relatan historias y dan clase a los niños en muchos lugares.

Un dato curioso es que casi todos los hombres que acuden al seno nekainita suelen identificarse más con el principio femenino o en ocasiones tienden a lo neutro, y llevan los mismos maquillajes intensos y dramáticos, cambiando sus nombres muchas veces por nomenclaturas neutras.
Hacer esto se considera un don y una forma de aceptar que no siempre todo es binario en su concepto base, puesto que siempre hay un lugar para la indeterminación.

Glorias Aquilenias: los nuevos gladiadores

Uno de los grandes pasatiempos de los aquilenios, al parecer heredados desde la antigüedad de Mater Gea, es su gusto por el combate.

A tal efecto se crearon, con el devenir del tiempo, las llamadas Glorias. Estas llamadas Glorias son enfrentamientos individuales o entre varios individuos con diversas finalidades: por un lado, el entretenimiento de las masas aquilenias, que gustan del conflicto y el enfrentamiento, siendo una sociedad que tanto ensalza la Guerra y el Honor. Pero también tienen una finalidad regulatoria: hay enfrentamientos personales, entre familias, tribus y grupos para dirimir asuntos en los que la Lex Aquilenia lo autorice y siempre con el beneplácito de ambas partes implicadas.

Así, las Glorias se dividen en:

Glorias Mayores

Aquellas en las se realizan las grandes gestas de combate. Son realizadas por gladiatores profesionales de cualquier sector bajo influencia Aquilenia. Para ser profesional hay que entrar en la carrera a través, normalmente, de la Garra, en cualquiera de sus cuerpos, pero también pueden darse excepciones a esto, incluyendo los Gladiatore Penitente, que tratan de purgar sus diferencias con la ley mediante el Honor. A diferencia de los profesionales, los Penitentes no obtienen contraprestación económica.

gladiatore

En la Glorias Mayores los enfrentamientos profesionales se pueden realizar en los diversos estadios, en pistas específicas que añaden dificultades al combate, en gravedad cero o medias gravedades, sobre el Asteroide Furiae, donde están la mayor parte de las Arenas y, cómo no, en los Cilindros que orbitan el Asteroide de forma artificial.

Las Glorias Mayores es el único lugar donde grandes facciones pueden enfrentarse y lo hacen bajo una estricta supervisión de los Lictores Furiae, que son los jueces mayores de estos acontecimientos.

El resultado obtenido en un Lex Combate son determinantes y vinculantes por ley, no dirimibles hasta pasados dos ciclos estándar.

Glorias Menores

Son aquellas que se realizan en los planetas y sectores, no en el Asteroide Furiae y tienen menos repercusión en el sistema, aunque la Liga Fureana es seguida en todo lugar de influencia Aquilenia y también fuera de ella.

En estas Glorias menores se enfrentan héroes locales y se dirimen asuntos de Baja Ley, como anexiones hostiles de territorios tribales o particulares (siempre de acuerdo y con consentimiento de ambas partes), asuntos de Honor y también se usan para realizar pruebas de habilidad en las épocas de Adquisición, que es cuando las grandes familias (y muchas veces las pequeñas) desean mostrar a los y las jóvenes de la familia en edades de alianza matrimonial.

Los Lictores Furiae siempre regularán los enfrentamientos para que no haya desigualdad o ésta esté compensada.

armaduras gladiatore

Carácter de las Glorias

Ya no existen apenas las Glorias Sangrientas que fueron comunes hacia el segundo Mileno de la Era Aquilenia, donde los Gladiatore morían por miles pero se generaba mucho negocio con ello.

Actualmente las Glorias son combates justos y regulados, con protecciones y armaduras o a primera sangre si es un Asunto de Honor y se reclama dicha prebenda.

Matar a un contrincante se considera una deshonra y puede ser penalizado con la propia ejecución por parte de los Lictores, que se atienen a la Lex Arenae, de miles de años de antigüedad.
Todo y toda aquel que entra en la Arena tanto Mayor como Menor, está atado a dicha Ley. Solo se puede ganar por abandono o rendición, primera sangre, puntos (en los casos profesionales) o por determinación de un Lictor que dé el combate por cerrado.

gladiatore

Lugares de celebración

Las Glorias tienen diversos lugares de celebración.
Para las Glorias Mayores se acondicionó, por parte de la Tribu Furiae, el Asteroide que lleva su nombre; una roca de cincuenta kilómetros, perforada y preparada para alojar varias arenas, realizar torneos en gravedad cero, y tiene alojamientos y hospedería de diversos niveles interconectados tanto con el núcleo como con la superficie.

Para los grandes enfrentamientos que se realizan en una zona aplanada artificialmente, las tribunas del público son grandes naves que orbitan la zona, con la mejor tecnología de holo-reproducción y que permite no perder ningún detalle.
Ni que decir tiene que asistir a una Gloria Mayor en AF es caro o bien una concesión o premio de los diversos sorteos que se realizan.

Las Glorias Menores se realizan en cada planeta o luna acondicionados para ello y con supervisión de los Fuirae, que regulan el encuentro.

El acceso a las Glorias Menores se obtiene mediante el trabajo (es decir, en muchos casos está incluido como parte del sueldo) o adquiriendo entradas, bonos, siendo agraciado con un asiento de la Tribu u obteniéndola como objeto de comercio.

Los duelos

Ya obsoletos pero no derogados, los duelos todavía pueden invocarse ante el Senator Magnus, que debe autorizarlo y marcar las reglas del acontecimiento, siempre con la presencia del Mariscal de Sangre de los Furiae, que regulará el encuentro y determinará el resarcimiento del asunto de Honor. Es el único motivo por el que un Aquilenio puede reclamar el Pago de Sangre, siempre que además, lo pueda hacer legalmente y con pruebas, en un Juicio de Pago de Sangre, algo bastante complicado por Ley.

FuriaeMagna

Religión Aquilenia 03. Los Lares.

Los lares no son tanto una religión como una práctica tradicional de casi todos los aquilenios. Los lares son entendidos tradicionalmente como los antepasados tanto del núcleo familiar (aquellos de los que se tiene una máscara mortuoria) como los tribales (cuyas máscaras han sido copiadas y cualquier miembro de la tribu puede tenerla, pero la original se ha trasladado a la Casa Tribal).

Por otro lado, los lares eméritos son por otro lado aquellos que provienen de héroes locales: soldados que han salvado heroicamente una unidad pueden ser ascendidos a «lar emérito de la unidad, del pelotón o la escuadra». Y esos lares son honrados, sus máscaras son negras, y reposan en los Hogares del Lar, dentro de cada base de su unidad, en la Garra.

No se aspira a ser un lar emérito, pero si se consigue, si hay un exordio público a tu memoria, si hay una Gloria, tu memoria vivirá por siempre, según los aquilenios.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Tradición

Normalmente se encienden lámparas de aceite consagrado de Aeshma Mitrá en un pequeño altar sobre el que está colgada la máscara. Quizás este sea el punto en común de todas las versiones.

Más allá de eso, cada aquilenio decide qué hacer o es instruido por su familia en cómo debe relacionarse con el lar. Para algunos es un momento de recogimiento y reflexión, para otros un objeto de inspiración. Los más animistas creen que de alguna manera esos lares pueden trascender e interceder en el mundo físico a su favor, y llevan amuletos con la reproducción de la máscara mortuoria o con una máscara plana, para no exponer la sagrada forma de la máscara familiar a la intemperie.

En la Garra es tradicional visitar el Hogar del Lar antes de una batalla, y los más famosos, en ocasiones, tienen capillas propias. Las Legio más augustas llegan a tener pequeños templos dedicados a sus héroes, donde se disponen esas máscaras mortuorias y se puede sentir la inspiración de los lares, así como los libros de Gesta, donde constan sus heroicidades, los exordios vertidos en su honor y descripciones y reproducciones de sus Glorias.


Imagen de máscara de Norbertus Furiae del Artstation de  Nagy Norbert

Los símbolos de honor

Los Aquilenios son una civilización donde el honor y la gloria lo significan todo y establecen gran parte de las normas y el comportamiento de esa sociedad. Y los síbmolos de honor son exhibidos por los ciudadanos como muestra integradora de estatus, necesario para demarcar las relaciones personales, sobre todo entre extraños.

Estos símbolos de honor son puntual y periódicamente registrados por el Liceo del Honor, donde cualquier ciudadano puede consultar los parangones y contrastarlos con lo exhibido.

Exhibir un símbolo de honor que no corresponde implica faltar y mentirle a la sociedad aquilenia y puede ser severamente castigado.

Algunos símbolos de honor.

Quizás uno de los símbolos más reconocibles es la trenza militar, una trenza de cabello que se lleva hasta la altura de la clavícula y que emerge desde la sien izquierda, llevándolo siempre colgando y mostrando los símbolos de honor pertinentes en ella, relativos a los méritos.

En la trenza se lleva el tachón de honor, una punta de metal al final de la trenza cuya longitud y composición, el tipo de metal, determinan gran parte de los méritos y pertenencia del individuo.
Los metales admitidos son: cobre, bronce negro, bronce blanco, hierro sideral (es de color azul), oro y paladio. El más escaso de todo y extremadamente raro de ver es un metal de color negro llamado sheol, que sólo se encuentra en un antiguo sector sideral donde los aquilenios combatieron y hoy por hoy sólo quedan planetas muertos y prohibidos.
También existe una variación del tachón que sólo se da en aquellos veteranos que han formado parte de los más altos mandos en campaña de la Garra, llegando a dirigirla: la sagitta, una antigua punta de flecha hecha en piedra obsidiana. Es uno de los máximos honores, y un civil jamás podrá llevar una sagitta.

Los militares en activo llevan el doble tachón, cortándose la trenza de servicio sólo en el momento de abandonar la Garra y que se almacenará en el archivo del Liceo del Honor.

Los civiles pueden llevar tachones si han sido distinguidos con él durante su reemplazo obligatorio (todos los civiles aquilenios realizan un reemplazo de un año matergeano donde aprenden a defender a su familia, su tribu y su planeta).

A lo largo de la trenza se llevan los Anillos de Honor, que, como las antiguas llamadas «medallas», determinan logros, heridas, campañas y distinciones.

Junto con la trenza de servicio existen las marcas de cabellera, un intrincado sistema de gradación observable y que se marca en forma de corte de pello. Son rayas que se realizan en la sien derecha con un patrón determinado por la Garra, y sólo para el servicio activo, por supuesto. Estas rayas van hasta el cuero cabelludo y en ocasiones se tiñen, en campaña, para que el enemigo no pueda observarlo, pasando al dorado durante la celebración de las Glorias.
Mantenerlas en la vida civil es también un gran honor y solo con dispensa del Senator Planetarii, siendo la recompensa por actos de gran heroísmo en defensa de la sociedad civil frente a amenazas gerionianas o transvitae desatados.

Condecoraciones de marca expresa

Así se llama a las condecoraciones que el Senator y la Garra otorgan con gran ceremonia por diversos motivos, pero siempre en recompensa por gran heroísmo en la labor guerrera y en ocasiones por la civil.

El ribete púrpura.

Para aquellos que han llevado a cabo grandes cambios para la sociedad aquilenia, en distinción por sus logros intelectuales, se les otorga el ribete púrpura que, salvando el servicio activo en la Garra por un mínimo de un reemplazo (aparte del servicio obligatorio), es la única manera de obtener derechos políticos (y aun así, prestarán servicio como tropa en la Garra en alguna de las divisiones científicas y con entrenamiento de combate, siendo imprescindible entrar en combate expreso para acabar de graduarse y obtener los derechos políticos).

Torques

El Torques es un emblema de honor para quienes se han distinguido en la lucha contra enemigos de otros sectores como los Táureos, los Longianos o los Corethanos. El enemigo debe ser siempre de proto origen matergeano, para recibir esta distinción, pero no de origen corporativo.
Existen dos grados en esta condecoración: el torques cervical, que es una pieza de metal ríguido pero blando alrededor del cuello cuyas terminaciones delimitan en qué campaña lo recibieron, y el torques completo, que lleva dos ajorcas a juego para las muñecas y que es una máxima distinción. Normalmente se colocan sobre los avambrazos que casi todo aquilenio lleva y los militares de servicio siempre mostrarán respeto y saludarán al portador.

Pugione y sica

Dos condecoraciones en defensa de Aquilenia sobre amenazas Transvitam tanto en territorio Aquilenio o de sus protectorados y colonias como exteriores. Estas amenazas, como el Brote de Nanovirus de Exom 2 o las Hordas Tambaleantes de Urbe Shonda y Urbe Cortex 6, son muy difíciles de parar y vencer debido a sus aumentos, nanocomposición o por la propia situación.

pugio

El pugione es una daga replicada de las antiguas matergeanas y se llevan envainadas en el cinto visiblemente. Es corta, de hoja ancha y con doble filo molecular. Se da a militares veteranos que, fuera de servicio, ayudaron en la defensa y a vencer al enemigo.

sica

La sica es una daga de hoja curva y también doble filo molecular que se da en las mismas circunstancias anteriores pero para civiles que se hayan distinguido en su valor y acciones.

Orden del Toro

El toro es un antiguo animal matergeano parecido a los megatauros de Cólquide 8 que se integraron en la mayoría de planetas de dominio aquilenio. El animal en sí personifica lo indómito, bravo y poderoso del espíritu aquilenio y  es una réplica de una cabeza de toro del tamaño de la palma de una mano, que se lleva prendida en la ropa.

Esta condecoración de honor solo se otorgó durante las largas guerras taureas y en las escaramuzas ulteriores que hayan defendido a Aquilenia con distinción. Otra de las condiciones es haber resultado herido por lo que el Senator premiará a la familia con un estipendio.

Orden de Mater Gea

Es una orden de excelencia que se da póstumamente para los caídos en la defensa de Aquilenia y sus ideales, y que da a la familia una insignia de la orden para poderla lucir (solo a los vinculados en primer grado) únicamente en las ocasiones de Gloria y días marcados por el Senator.

Son muy raras de ver y tienen forma de semiesfera, según dicen, con los relieves continentales de Mater Gea, aunque es difícil de comprobar dada la rareza de estas distinciones.

Religión Aquilenia. Parte 02. Los cultos de Letus.

Otra de las grandes corrientes religiosas, derivada de la propia naturaleza de los Aquilenios como pueblo, es la honra fúnebre y el culto a los antepasados.

En este caso, el culto de los Antepasados, suele ser de índole muy privada y se realiza en la domus, en el hogar ancestral, en una capilla dedicada a ellos donde se honran las máscaras mortuorias de los ancestros en busca de su consejo y protección.

Y son estas máscaras mortuorias las que conectan con el Culto de Letus, también llamado el Sacerdocio de la Muerte, llamado así por Letus Morituri, creador del culto.

Los Sacerdotes de Letus no siguen a una divinidad personificada sino al concepto e idea de la Muerte. No veneran el Más Allá ni buscan explicación metafísica alguna. Ellos no veneran. Ellos asumen y ayudan a asumir el paso hacia la aceptación de la Muerte como una inevitabilidad absoluta. Todo muere. Lo vivo y lo no vivo, vitaes y estrellas.

Y por ello lo que más celebran es la propia vida, dado que la Muerte siempre espera, al final.

Labor institucional.

La colaboración de los sacerdotes del Culto de Leto con las autoridades es absoluta en cuanto a todo lo que tiene que ver con la muerte: a nivel forense, asistencia a víctimas, capacidad de respuesta en crisis y como miembros de hospitales, casas de Dolor y también colaboración con particulares que los requieran. Los sacerdotes del culto de Letus también están presentes en los nacimientos y grandes acontecimientos. Como recordatorio tanto del disfrute de la vida como del inevitable final. De hecho tienen fama de ser grandes creadores de fiestas y eventos como pocos pueden hacer.

Las Máscaras Mortuorias

Las máscaras cumplen una función tanto votiva como de recuerdo y ensalce de la vida. Los Ancestros contemplan a los vivos a través de ellas y susurran sus consejos en forma sus diarios vitales y sus Glorias. Estas Glorias muchas veces aparecen en las máscaras como detalles dorados en líneas o dibujos, en función de la naturaleza de aquellas.
Solo los sacerdotes del Culto de Letus son lo únicos autorizados a realizar embalsamamientos, cremaciones y a realizar las máscaras mortuorias ancestrales, que se realizan con una cera plástica muy específica que recibe bendiciones y rituales.

Vestimenta y costumbres

Los sacerdotes del Culto de Letus suelen vestir de gris, verde oscuro y negro con bandas doradas apagadas, según su función (mortuorios, vitalistas y de guerra, respectivamente).
Cualquier ciudadano puede entrar a formar parte del culto después de un intenso entrenamiento y una estricta formación en biología, física y filosofía.

Sin embargo, es habitual encontrar Cultistas de Letus en los mundos agrícolas ayudando como uno más usando vestimentas marrones y hueso y viviendo casi ascéticamente, pero participando de la vida de los asentamientos, llegando a ser un pilar de la comunidad. En muchos casos también construyen con sus propias manos ermitas pequeñas donde atender el culto.

sacerdotes

Los seglares llevan los colores correspondientes en los avambrazos que utilizan, y es normal que galenos, apotecarios e implantadores sean seguidores del culto y miembros seglares de este.
En caso de necesidad y sin presencia de un sacerdote, el seglar puede realizar las mismas funciones, ya que tienen autorización y formación para ello, aunque en última instancia hará falta la bendición formal de un sacerdote para la validación del ritual que se lleve a cabo.

La Herejía Kósica

Tres mil años atrás hubo una escisión interna en los seguidores del Culto de Letus. Se hicieron llamar «los seguidores del Kos de Letus».
El Kos es la sustancia que compone el alma, que, según una verificada antigua leyenda, abandona el cuerpo tras su muerte, en forma de pérdida de peso: esa pérdida de peso se tomó como Unidad de medida: el Kós. Y cuentan a los muertos por Unidades abandonadas del cuerpo. Afirman que los transvitae son Unidades que huyen de sus cuerpos en busca de una transmigración artificial.

Así, los Kósicos cazan transvitae con ansia fanática para que transmigren al Hades, creyendo fervientemente que les están ayudando a superar su miedo a la Divina Finis Vitae, la Muerte.

El mayor punto de fricción con los cultistas de Letus y que provocó la herejía fue que entre su credo afirman poder hablar con los muertos y comunicarse con los Ancestros mediante el Rito Cranium.

Están enfrentados con los Cultistas de Letus por su herejía manifiesta y suelen afincarse en lugares fuera de su radio de acción, mezclarse ocultamente con los seglares y, aunque pocos lo reconocerían, hay más aquilenios que acuden a ellos para comunicarse con los ancestros de lo que se reconoce abiertamente.

Religión Aquilenia. Parte 01. Aeshma Mitraísmo.

La religión en los mundos Aquilenios.

La civilización aquilenia desarrolló diversos cultos y numerosas formas religiosas a lo largo de más de nueve mil años de Historia. Todas ellas, al menos las públicas y toleradas, reconocidas por el Senator Planetarii, pueden practicarse libremente en todos los sectores controlados por los Aquilenios.

Sin embargo, aquellas de procedencia Gerioniana o de otros Vitae de origen Matergeano son exhaustivamente estudiadas antes de proceder a su autorización.

Por supuesto, a lo largo de sus 9.000 años muchas religiones han aparecido y agostado, algunas han cambiado tanto que no se parecen en nada a su gérmen. Por supuesto han habido algunas que han influenciado más en la vida aquilenia que otras, y todo ello ha llevado a la configuración actual de esta civilización.

Las religiones no son algo que se contemple en la vida pública o política, y su peso está en una esfera aparte de las consideraciones prácticas de los Aquilenios. Aun así, muchos de ellos profesan religiones abiertamente y muchos templos se erigen en sus ciudades, siempre según la Lex Sidera, la Ley Universal:

Los edificios religiosos deben estar siempre a una distancia de dos edificios de la parte posterior del edificio público más cercano bajo pena de demolición y desarraigo de los cimientos.

El Aeshma Mitraísmo

El culto más extendido de todos es el de Aeshma Mitrah, erigido en torno a una antigua pareja de guerreros que encarnaron todos los dones y el ideal de la Guerra en sus dos aspectos.

Su mitología es secreta y se va descubriendo conforme se avanza en sus sendas. Es una religión de culto guerrero y compartida por la gran mayoría de los Aquilenios, pero una de sus reglas más estrictas establece que no se puede hablar de ella en público: sólo ante un altar o una zona de culto (motivo por el que en muchas casas existe una capilla y en los edificios de vivienda compartida, quitando los altares privados, existe un pequeño ara en un recodo de las entradas.

Su símbolo es la cornamenta y la espada messerian. La cornamenta es de una criatura matergeana que se resucitó por clonación y que atiende al nombre de Megaloceros, siendo representación de fuerza y nobleza. La espada es un diseño estrictamente aquilenio: la messerian o fincatta, con un solo filo y la punta muy aguda desde el lomo al filo.

Esta es un arma ceremonial, pero hay sociedades que enseñan a pelear con ella y se considera un arte noble de buena cuna y también de duelo.

Hay competiciones con carácter religioso de combate a primera sangre con ellas en los Círculos de Desafío de cada templo.

La Garra aquilenia es una de las mayores fuentes de seguidores de esta religión al ser un culto que ensalza el código del guerrero, y cuando pasan a la sociedad civil suelen seguir muy vinculados al culto y a través de él se reorganizan y adaptan a la vida civil.

Quizás uno de los aspectos más negativos del culto es que rechaza a los implantados transvitam, aquellos que rechazan la carne de sus antepasados por una vida distinta y alejada de la Vitae.
Una rama del Aesmamitraísmo está acercándose a los implantados, sobre todos a aquellos que lo son por los acaeceres de la guerra y que habría sido poco prudente rechazar de los brazos de Aeshma y Mitrah. Todo evoluciona…

Los templos.

Los templos de Aeshma Mitrah suelen componerse de un gran edificio con varias zonas: las termas, creadas para relacionarse y accesibles a ambos sexos, teniendo tanto segregadas como mixtas; las zonas de culto, compuestas por el altar central, las capillas de los Favores y las Promesas, el Relicarium, donde se guardan todos los exvotos y reliquias de los Señores Aeshmodianos y las Damas Mitraicas (es una religión que contempla a ambos sexos como iguales, incluso a los Neutros -los que no se adscriben al sexo biologis-, que en ese caso se adscriben a quien más les identifica).
Las instalaciones templares también incluyen el Círculo de Duelo, las Catenarias (zonas de entrenamiento) y las viviendas, que pueden solicitar los seguidores del culto bajo ciertas condiciones.

A lo largo del Sidera…

Los cultos Aeshmamitraístas son célebres por sus flotas expedicionarias que en muchos casos actúan como mediadores y garantes de otras civilizaciones matergeanas, rechazando norlmalmente el contacto gerioniano.
Sus naves están bien abastecidas y muchas son réplicas de los templos, ofreciendo a muchos veteranos plazas en ellas como escolta y aceptando su experiencia para sus misiones.

Sacerdocio

Como tal el sacerdocio del Aeshmamitraísmo es ejercido en muchas ocasiones por veteranos de la Garra, y muy pocas veces por civiles no ex soldados que como mucho llegan a los escalafones intermedios del sacerdocio.

Cuando entran en él hacen solemne voto de no intromisión en la vida política, evitando la intromisión (que no siempre se produce pues en no pocas ocasiones se recurre a los Maiores -sacerdotes de mayor reputación y escalafón en el culto- en busca de consejo).
También es conocido que muchas altas familias mandan a sus hijos jóvenes como acólitos del más bajo nivel para que conozcan la dureza de las consecuencias de la Garra y para aceptar desde muy pequeños la camaradería y los valores más profundos y complejos del código de vida aquilenio.

Senevitae

Uno de los asuntos más peliagudos de los aquilenios es su política con respecto a los senevitae, llamados así para distinguirlos del ciudadano corriente: los «sinvida», se podría traducir en el idioma Clásico de los Descendientes.

Hay un antiguo mural en la Casa de los Pobladores, uno de los edificios públicos más antiguos de los aquilenios, donde se ve a un aquilenio fundador (los llamados Descendientes -de Matergea-), donde se da la mano en alto con un senevitam, donde muestra un paisaje de una ordenada ciudad, un horizonte con cinco soles (tantos sistemas como los aquilenios han poblado en su historia, contando el sistema circumbinario de Aquila Magna), y varios y distintos grabados en escrituras arcaicas, junto con la representación de Matergea en una esquina superior.

Pero este es mural que oculta capas de verdad a la opinión pública. Lo cierto es que, diez mil años atrás se produjo una gran guerra que separó a los Hijos de Matergea: los Conflictos de la Calamidad.

En el Archivo 8864 de la Antigua República, bajo capas y capas de seguridad, y trasladado a Olympus, se halla la verdad, se encuentran los relatos en viejos cristales de codificación, que relata lo sucedido en ese periodo de la historia.

CA

Y de la mano de los escribas de la tribu de Eldesham cuentan cómo MaterGea fue destruida durante el enfrentamiento contra la Consciencia, como se llamó o se hizo llamar el programa que se hizo consciente de sí misma y examinó la historia de los matergeanos. Y levantó hordas y hordas de servidores sin vida que acosaron y cazaron a los matergeanos. ¿Por qué? Nunca se desveló, o esa información no se transmitió. Treinta mil millones de vidas se perdieron a lo largo de toda la Expansión (nombre dado a todos los dominios colonizados por los matergeanos que, por entonces, respondían al nombre de Humanidad).

Ese archivo es prácticamente inalcanzable y está escrito en el antiguo dialecto matergeano que apenas nadie es capaz de entender, de entre los eruditos más dedicados de toda Aquilenia. Se traslada siempre en cada nueva fundación como parte de las Angulum Petrae, las Piedras de Fundación y se guarda una copia bajo los cimientos de cada Casa de los Pobladores, el lugar donde se refugian los colonizadores de cada nuevo asentamiento aquilenio y usan como base operativa hasta que se da la orden de población.

Esas guerras, ese Conflicto de la Calamidad fue lo que hizo que se prohibiera el desarrollo de consciencias artificiales autónomas, y, tras la Disgregación (los matergeanos no llegaron a un consenso de Nueva Civilización y se diseminaron), los protoAquilenios llevaron la prohibición consigo.

En Aquilenia
La Prohibición de la Consciencia es uno de los motivos por los que los senevitae no se ven apenas en los territorios aquilenios, al contrario que en zonas corporativas o en sectores de otras civilizaciones que han relajado su vigilancia.
Y al aquilenio medio se le inculca desde poca edad es actitud, desconfiando y revisando los senevitae que los rodean casi constantemente en busca de signos de autoconsciencia. Casi todos los senevitae aquilenios, desarrollados en sus territorios tienen dispositivos de apagado forzado y de autodestrucción que volatilizan sus centros de comportamiento y energía.

Los senevitae de otros lugares no son permitidos ni en la zona franca, y su presencia está proscrita.
La existencia (no vida) de los senevitae está coordinada a un centro de mando que los monitoriza pero que no los puede interconectar.

La existencia, igualmente, de las «vitae artificiales» está totalmente prohibida salvo por las excepciones reguladas por el Senator Magnus que designa una fuerte supervisión y la desactiva cuando ha cumplido su función.

Uso de los senevitae

Normalmente los senevitae se destinan a tareas pesadas, rutinarias y fuertemente supervisadas en su coordinación y funciones por un vitam o más de uno que puedan observar siempre con los llamados «ojos frescos» ajenos a cualquier tipo de manipulación.

La guerra con senevitae es extremadamente deshonrosa y aun así los aquilenios se enfrentan a ejércitos enteros de senevitae («metálicos», en la jerga militar) hasta que la situación es lo suficientemente desesperada o justifica el despliegue de la Legio Metallum, que posee algunos de los más poderosos senevitae del cosmos conocido y cuyo funcionamiento es secreto, su existencia a penas susurrada, sus despliegues, censurados, y no se permite a un civil conocer esa información salvo grandes excepciones o mandato expreso del Tricamerón.

senevitam de combate de la Antigua Era
senevitam de combate de la Antigua Era

Los senevitae rara vez serán expuestos al público por el rechazo cuasi instintivo que producen en los aquilenios, salvo los más abiertos de mente, y la transferencia de consciencia vitam a un dispositivo que la pueda albergar dentro de un senevitam está estrictamente prohibida sin excepción de ningún tipo, bajo pena máxima.

Las formas de sintevitae como ciboroides y «sintes» no son bien acogidos en Aquilenia, y se conocen muy pocas excepciones a esto, casi no existen el sinte al que se le haya dado la ciudadanía aqulineia. Y cuando así sucede, es celebrado por todos y reconocido como un héroe nacional. Solo el Senator Magnus puede otorgarlo, normalmente tras largas deliberaciones.

Los asistentes en las naos y transbordadores que por necesidades son de género sintoide o senevitae suelen estar confinados en estas estructuras o en las estaciones siderales donde solo ellos pueden dedicarse a ciertas labores altamente especializadas.

La Historia Aquilenia

Sobre Aquilenia

Aquilenia surgió en la Gran División, la diáspora matergeana, después del Conflicto de la Calamidad, donde miles de millones de vidas se perdieron cuando las máquinas cobraron consciencia y se liberaron de la servidumbre de los por entonces llamados «humanos».

Las guerras asolaron gran parte de las colonias matergeanas,  y el Sector Solaris quedó devastado en su totalidad, imposible de revivir. Los planetas, convertidos en rocas ardientes por las brutales armas que se usaron; las colonias, cascotes, los asteroides poblados, escombros que pululan ahora fríos y yertos por el cosmos. Los «humanos» se extinguieron como tales: renunciaron a ese término y tomaron otras identidades mientras se recuperaban en Nomos Uno, la última colonia donde se había llevado todo lo salvable de Mater Gea.

Hubo enfrentamientos entre ellos, desde luego, tal es la naturaleza de los vitae. Y cada cual se llevó lo que consideraba su herencia y partieron en la Diáspora de las Estaciones, y se asentaron en otros lugares.

Muchos de ellos encontraron a los Gerionianos en diversos sistemas que exploraron mientras los aquilenios se asentaban en el primer sistema habitable, el llamado Sistema Cthonico, donde crearon Cthonia, la Primera Ciudad, y allí se inspiraron en la cultura antigua y se encomendaron al Aquila, con la Fundación Prima y la formación de la Civilización Aquilenia.

Durante cuatro meses matergeanos los más sabios y reputados de entre los nuevos Aquilenios se reunieron en la Primera Ciudad (el nombre exacto se desconoce; algunos la llaman Osetra, otros Juno), y acumulando todo el saber del que hicieron acopio en la diáspora, crearon las bases de la nueva civilización Aquilenia. A esto se le llamó El Nacimiento del Águila.

Los registros de hace tanto tiempo no están completos. Las tecnologías avanzan y dejan los registros obsoletos, las guerras y los desastres destruyen el conocimiento y éste vuelve a erigirse sobre cimientos asentados en cenizas. Pero el Aquila Corpus, el conjunto de sabiduría fundacional, siempre ha estado grabado en piedra en cada colonia, en cada ciudad, en los cimientos de cada Casa de los Pobladores. Y es ahí donde siempre residirá el espíritu de los Aquilenios, siempre arrastrando una piedra con el gérmen de su civilización a cada nuevo sector o sistema estelar conquistado y colonizado, dejando tras su paso civilizaciones muertas y sistemas silenciosos y oscuros, planetas yertos y abandonados que pocos se atreven a visitar y aun menos vuelven de allí.

Estación Madre
La Estación Madre

Los últimos milenios.

Hace cinco mil años los Aquilenios abandonaron el sistema Cthonico y la Primera Ciudad. Las causas se desconocen, pero se habla de una Guerra en la Oscuridad o las Oleadas Gerionianas . Durante quinientos años los Aquilenios fueron un pueblo sin mundo, saltando de sistema en sistema hasta que encontraron el que más tarde sería conocido como el Sistema Aquilenio, donde se desarrollo la mayor parte de su historia contemporánea hasta la destrucción de sus mundos debido a catástrofes naturales.

Durante los primeros cientos de años establecieron las tres colonias: Aquila Magna, el primer planeta, sede del Senator Magnus; Aquila Prima y Aquila Secunda. Los tres planetas ricos y prósperos orbitaban en torno a un sistema circumbinario de Gigante Roja y enana marrón, Rockhiam y Nekae.

Como Rockhiam era lo suficientemente estable como para proporcionar vida, luz y calor sin ser totalmente destructiva los primeros años fueron provechosos; cuando mostró cierta inestabilidad por el comienzo de un ciclo más turbulento, se construyeron escudos deflectores en las ciudades y planetas que los protegerían de la radiación y las llamaradas casi en su totalidad.

Pero la tranquilidad no duró mucho para los Aquilenios: pronto empezaron las Guerras Gorgonitas. Los Gorgon eran una civilización gerioniana y transvitae, un enemigo poderoso que se encontraba de viaje y vieron en los prósperos planetas aquilenios la oportunidad de aprovisionarse tanto de esclavos como de materias primas para seguir su viaje.

Sus grandes naves negras llegaron y oscurecieron el sistema, y la guerra fue cruenda y larga, prolongándose casi cien años. Finalmente fueron vencidos gracias a la heroína aquilenia Belia Cupertina, de la tribu Metelanos, que encabezó una fuerza de combate en el mayor enfrentamiento sideral de la historia de los aquilenios hasta entonces.

Los Aquilenios ganaron y curaron sus planetas heridos. Aprovecharon toda la tecnología posible y cuando ya hubieron aprendido todo lo necesario, precipitaron las naves hacia Rockhiam, que las devoró rápidamente.
En consecuencia de esta asimilación de tecnología los Aquilenios se convirtieron en una civilización mucho más avanzada, con naves capaces de viajar de sistema a sistema en breves espacios de tiempo, y con armas capaces de superar a la mayoría de civilizaciones vecinas.

No lo hicieron así: los Aquilenios aprendieron de la historia relatada por sus ancianos, y se negaron a ampliar sus territorios situando tan solo sistemas comerciales basados en ciudades francas, algunas asentadas en planetas y otras en asteroides donde se estableció atmósfera y se usó como puerto neutral.

A esto siguió la más grave confrontación que casi acaba con los Aquilenios, pero que, gracias a sus héroes, consiguieron vencer, esta vez eliminando a toda una civilización hasta destruir sus planetas. Estas fueron las Confrontaciones del Tauro. Pero de ello hablaremos en otro momento.

megaestructura tauro
El anillo mega-estructura Tauro